ENFERMEDADES PSIQUIÁTRICAS MÁS COMUNES DE LOS ADULTOS MAYORES:
La demencia presenil o senil como el Alzheimer y la depresión que en esta edad puede ser mortal, son las principales enfermedades de esta época.
La demencia senil es un desorden cerebral orgánico: Tiene algunos rasgos distintivos que pueden no presentarse juntos o en el mismo grado como el deterioro de la memoria, daño del funcionamiento o comprensión intelectual, deterioro de la capacidad de juicio, de la capacidad de orientación y decaimiento de dichas funciones. Una de las más comunes es el Alzheimer.
¿Declive de la capacidad intelectual?
Las investigaciones transversales (12) encuentran un declive en la capacidad intelectual que se relacionaría con la edad debido a:
1.Deterioro neurológico
2.limitaciones físicas
3.factores psicológicos
4.velocidad
5.ansiedad ante las pruebas
6.inadecuación de las tareas
7.cautela
8.actitudes derrotistas
9.pérdida de continuidad en la actividad intelectual
10.descenso terminal
Si ponemos atención veremos que esta disminución cognitiva es más un mito que una realidad. El Adulto Mayor es capaz de aprender destrezas nuevas pero requiere de mayor tiempo que las personas jóvenes. (13). Si bien es cierto que el anciano ya no cuenta con la misma eficiencia que tuvo en su juventud, cuenta con un conocimiento pragmático que conocemos como sabiduría. De esta manera el Adulto Mayor posee un gran desarrollo de la comprensión por medio de la experiencia y la capacidad de aplicarlos en asuntos importantes (23)
DESARROLLO PSICOSOCIAL:
1.Cambio social: Los adultos mayores de los países desarrollados, se han dado cuenta de que el ser mayor es diferente desde que sus padres llegaron a los 65 años. Tienen aspecto más juvenil, están más sanos y vigorosos que sus homólogos de hace varias generaciones. Es más probable que sean dueños de sus casas, vivan por encima del nivel de pobreza y tengan menos hijos adultos (13). En los países en desarrollo estas características no se dan siempre o porque no ha habido una educación hacia la planificación familiar oportuna o para el ahorro para los años finales o porque la situación económica de los países no lo ha permitido. No todos tienen derecho a la jubilación o ésta es muy raquítica (3).
2.Estrés: Un alto estrés puede lastimar la autoestima y deteriorar física y mentalmente a la persona que lo padece.
3.Trabajo y jubilación: en la transición del trabajo a la jubilación puede desarrollarse un alto estrés por lo que se recomienda que se vaya haciendo poco a poco, para que se vaya viviendo por fases hasta aceptar su finalización. (13). Quienes no tienen derecho a la jubilación están en alto estrés pues trabajan temiendo perder su empleo en cualquier momento o tendrán que seguir trabajando si se los permiten o tendrán que pasar a ser dependientes de sus familiares o de programas gubernamentales.
4.Matrimonio: El evento más importante en muchos matrimonios es la jubilación del hombre y de la mujer si es que ella trabajaba. Cuando es el hombre quien trabajaba, afecta a la mujer en su independencia, al estar él todo el día en casa. La mayoría de otros problemas ya han sido solventados en etapas anteriores y si no lo hicieron ya se divorciaron antes (13).
5.El divorcio y volver a casarse: cuando las parejas que han estado casadas durante 40 años se divorcian es probable que demuestren más estrés psicológico que las parejas jóvenes que se divorcian. La pérdida de sus papeles conyugales al igual que los profesionales puede quebrantar su identidad. El número de personas mayores que se divorcian va en aumento. En el hombre es porque ha estado enfrascado en su trabajo y su jubilación coincide con el matrimonio con otra mujer. En la mujer es porque su marido es alcohólico, tirano o mujeriego. Los hombres se casan con más facilidad que las mujeres pues hay más mujeres divorciadas que hombres disponibles.
6.Viudez: La situación de viudez en las mujeres es más frecuente pues sus maridos eran mayores y porque la esperanza de vida del hombre lo es también. El proceso de recuperación implica, desarrollar una explicación satisfactoria por la que ha muerto el otro, neutralizar los recuerdos y asociaciones y crear una nueva imagen de uno mismo. Las mujeres parecen adaptarse a una vida solitaria mejor que los hombres quienes padecen depresión, angustia y hasta reacciones fóbicas. Aún después de la recuperación el dolor continúa. (13).
7.Relaciones familiares en los Adultos Mayores: La tendencia es “envejecer en el lugar”, donde educaron a sus hijos, en donde está lleno de recuerdos, y al conocerlo bien les da competencia y el ser propietarios confiere estatus a la persona mayor. Son menos propensos a traslados o emigraciones. Existe la emigración de ayuda que es cuando se mudan con algún hijo o a una residencia especial o a una institución que ofrecen cuidados personales pero raras veces médicos, psicológicos, sociales, ni sanitarios a nivel profesional. (13).
8.No jubilación: Existen gran cantidad de adultos mayores que no tienen jubilación, ya sea porque en su trabajo nunca se la dieron, porque estaban en trabajos informales o no trabajaban a base de sueldo (muchas mujeres están en este caso). Estos adultos mayores pasan a depender de sus familiares, de las instituciones gubernamentales que en México casi no existen o piden y viven de la limosna que les da la gente. El Sector Salud, el Gobierno del D. F. empiezan a desarrollar algunas acciones pero como sociedad falta mucho por hacer (3).
HACIA UNA SALUD PSÍQUICA PREVENTIVA: (18)
El adulto mayor es protagonista de su propia vida y de su propia salud física y psíquica. Evitar actitudes paternalistas en las que la solución viene de afuera y no de los mismos protagonistas ya es un gran paso. Toda la sociedad debe conectarse para formar “redes de seguridad” en beneficio de los seres más desvalidos pero cuidando que ellos mismos sean agentes de su propia liberación (en lo posible).
1.-Educación en la verdad: (18)
Esta se desarrolla a través de las distintas edades de la vida. Prepararse para gozos y esperanzas, para conflicto, estrecheces, contrariedades; holguras y abundancias. Prepararse para asumir la verdad. Así, cuando lleguen a situaciones y momentos de la vida más difíciles estarán mejor preparados para enfrentarlos y salir airosos de la prueba.
2.- Verdad del envejecimiento: (18)
No todos los cambios de esta edad son negativos, también existen positivos. Se debe aprender a verlos. Hemos visto ya varios negativos pero ahora aboquémonos a los positivos como la capacidad de la estabilidad y la continuidad, cualidad que proporciona al adulto mayor la aureola de persona capaz digna de confianza, capaz de recibir confidencias y de entregar consejos sabios.
3.- Desarrollo de una actitud abierta: (18)
1.Sentimiento de Eupatía:
Significa en griego “sentirse bien”. Consiste en sentirse y aceptarse a sí mismo como radicalmente valioso. Es un sujeto que reconoce sus cualidades y logros con sencillez, sin jactarse ni fanfarronearse. Al igual reconoce sus fallas y errores, sin por eso sentirse frustrado ni fracasado.
2.Sentimiento de simpatía:
Palabra griega que significa “sentir con” y que significa sentirse bien con los demás. Por eso la persona es sociable, acogedora, a la vez que aprovecha sus momentos de soledad porque necesita calar la hondura de la propia intimidad. Es quien desde la profundidad de su vida interior, es capaz de salir al encuentro de otros y tanto en ellos como en el resto del mundo encuentra lo que es positivo, digno de felicitación y aplauso.
3. Sentimiento de autonomía:
Palabra griega que significa “ser uno mismo” contrario a la heterotomía que es la dependencia de los demás. Es capaz de ayudarse a pesar de sus limitaciones, es autónomo desde el punto de vista psicológico. No se trata de proyectar cosas a realizar sino de seguir creciendo como persona libre, liberada y liberadora.
5. Sentimiento de Anástasis:
Palabra griega que significa “levantarse, ponerse en pie”. Consiste en sentir, experimentar,
crear, pensar, producir. Quien vive de esta manera anastasística, encontrando el sentido de la
vida hasta el último momento, es la persona que por lo mismo, experimenta que la muerte no
tiene la última palabra y es un ser humano que irradia esperanza y se prepara para “bien
morir”.
Monroy, A.(2005). Aspectos psicológicos y psiquiátricos del adulto mayor. Recuperado el 30 de Octubre de 2013 de, http://www.amapsi.org/portal/index.php?Itemid=110&id=103&option=com_content&task=view
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