lunes, 30 de septiembre de 2013

Cómo ayudar a los abuelos a usar nuevas tecnologías

Estereotipos

A medida que aumenta la proporción de personas mayores de 65 años, las empresas de tecnología que no tienen en cuenta a los consumidores más mayores se estarán perdiendo una oportunidad, piensa Chris Millington, director de Doro, una firma de telecomunicaciones sueca que diseña móviles específicamente para consumidores mayores.

Acaba de lanzar un teléfono inteligente con el que espera salirse del esteorotipo de teléfonos simplificados.
"No porque una persona sea mayor significa que quiere un teléfono de botones grandes", explicó.
"Sabemos que aunque muchos sólo quieren simplicidad de uso, la mayoría quiere un aparato con estilo y moderno, con características más interesantes como una cámara, correo electrónico e internet".
Pero lo primero es no asumir conocimiento, apunta.

Codiseño

En un reciente estudio llevado a cabo por Doro, 40 consumidores de edad avanzada fueron retados a añadir un contacto en un teléfono Android. 38 fracasaron en completar la tarea.
Los teléfonos iPhone tampoco se adaptan a la generación más mayor, indica Millington.
Muchos teléfonos modernos no han sido diseñados teniendo en cuenta a personas de avanzada edad.
Anika Small es jefa ejecutiva de Nominet Trust, una ONG que financia proyectos de tecnología social.
"Tenemos que asegurarnos de que la tecnología enfatiza el codiseño, involucrando y atrayendo a personas mayores en el diseño de los servicios que quieren usar".
Algunos dicen que la próxima generación de ancianos estará más familiarizada con la tecnología porque ya habrán trabajado con ella, pero esto no eliminará la necesidad de aparatos especialmente adaptados, dice Millington.

"Hay cosas que no pueden cambiar, como la vista, el oído, la circulación y la pérdida de memoria".

La cara humana de la tecnología

Según Ofcom, la agencia británica de regulación del sector de telecomunicaciones, más de 7,5 millones de adultos en el Reino Unido nunca han usado internet. Muchos de ellos, dos quintos, tienen más de 75 años.
Para Anika Small, la clave reside en persuadir a la gente mayor sobre la cara humana de la tecnología.
"Es importante que encontremos formas de motivar a la gente mayor a usar internet, demostrándoles cómo puede mejorar su vida social, lo que les ayudará a mantenerse activos y vinculados", explicó.
Casserole, por ejemplo, es un servicio en internet que promete reunir a gente a la que le gusta cocinar con otros de la misma área que quizás no son capaces de cocinar por sí mismos.
También opera un servicio, Pair Up, que promueve comer juntos. Todos los que forman parte del esquema tienen más de 80 años.

Recuperando tradiciones

Por su parte, The Amazings, es una página de internet que pretende romper con el mito de que las generaciones mayores necesitan ayuda.
Para ello ubica a personas mayores en el centro de sus comunidades y reactiva una tradición perdida en la que se ve a las personas mayores como importantes miembros de la sociedad.
Actualmente, cuenta con más de 200 personas, desde periodistas a talladores de madera. Cada uno ofrece lecciones de habilidades perdidas, tanto clases sueltas como cursos completos.
Los cursos más populares son los que apelan a la nostalgia. "Tejer funciona bien, también el crochet, hacer cortinas o cualquier cosa manual", cuenta el portavoz del programa Liam Fay-Fright.
Apelar al conocimiento de una generación mayor tiene un gran potencial a la hora de beneficiar a toda la sociedad, opina.

Por ello, quizás deberíamos dar a nuestros mayores un poco de apoyo tecnológico.

Wakefield, J. (2012). Cómo ayudar a los abuelos a usar nuevas tecnologías. Recuperado el 28 de Setiembre de 2013, de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/12/121219_tecnologia_abuelos_educacion_aa.shtml

viernes, 27 de septiembre de 2013

Un bastón inteligente para los ancianos del futuro

¿Qué tienen en común Moisés y Charles Chaplin? Un trozo de madera que asociamos a su imagen cada vez que los nombran: un bastón.
Sin embargo, la imagen romántica del bastón que guía los pasos de los ancianos o es utilizado como símbolo de estatus podría estar a punto de desaparecer.

La versión del futuro cuenta con navegación satelital, conexión 3G y wifi, está conectado a un computador central que le sigue la pista y vibra cuando el usuario se desvía de la ruta trazada.
Se trata de un bastón superpoderoso, creado por el gigante tecnológico japonés Fujitsu.
El nuevo gadget está diseñado para ayudar a los ancianos a encontrar su camino, además de monitorear ciertos signos vitales.

Su ubicación se puede seguir en línea y se puede configurar para que envíe alertas por correo electrónico si registra señales de que el usuario sufrió una caída.

¿Miedo a envejecer?
El desarrollo de tecnología para personas mayores es una preocupación esencial en un país como Japón, que experimenta una acentuada tendencia al envejecimiento de su población.
Fujitsu, al igual que varias empresas de la región, está buscando formas para ayudarlos a mantener su movilidad y, potencialmente, ampliar su capacidad para seguir trabajando.
El prototipo está equipado con distintas tecnologías de conexión, tales como GPS, 3G y wifi. Además, cuenta con una pantalla LED en la parte superior del mango.
Si un cambio de dirección es necesario, el bastón vibra y aparece una flecha.

"Cliente maduro"
Aunque está diseñado para las personas mayores, Fujitsu calcula que también podrá ser utilizado por personas discapacitadas.
El bastón envía datos a un computador central al que pueden estar conectados familiares o cuidadores del usuario. Estos pueden acceder a la ubicación exacta del adulto mayor, además de seguir su frecuencia cardíaca.

Si el bastón detecta un latido del corazón irregular, automáticamente puede contactarse con los servicios de emergencia.

El bastón aún no tiene fecha de lanzamiento en el mercado. Sin embargo, otro dispositivo que la firma preparó para los adultos mayores saldrá a la venta en junio.
Se trata de un teléfono inteligente diseñado para los adultos mayores o "clientes maduros" como los denomina la compañía.

El Stylistic funciona con el sistema operativo Android de Google, pero en una versión modificada, pensando en personas que no han utilizado nunca un smartphone.
La interfaz incluye signos de interrogación que permiten acceder a explicaciones de cada función.

El teléfono también es capaz de cambiar a frecuencia de audio para que sea más fácil oír.

BBC. (2013). Un bastón inteligente para los ancianos del futuro. Recuperado el 27 de Setiembre de 2013, de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/03/130301_tecnologia_baston_inteligente_gps_ch.shtml

jueves, 26 de septiembre de 2013

Cinco consejos para vivir más

Algunos aspectos de nuestra salud se escapan de nuestras manos, pues están en nuestros genes o en cómo nuestras madres se comportaron durante el embarazo.
Pero esto no puede ser una excusa para quedarnos de brazos cruzados. Existen muchos factores en nuestro estilo de vida –sí, entre ellos el ejercicio y la dieta- que pueden tener un impacto en nuestra capacidad para vivir una vida larga y sana.

Empieza cuanto antes

Incluso antes de nacer, nuestra salud puede estar afectada por las decisiones de estilo de vida que toman nuestras madres. Varios estudios indican que si una mujer embarazada está muy estresada puede tener un impacto en el bebé, dejándolo con menos capacidad de manejar más tarde en su vida la presión.
El abuso de alcohol puede ocasionar síndrome de alcohol fetal en bebés, el cual puede causar de por vida dificultades para el aprendizaje, así como problemas físicos. El cigarrillo también afecta el desarrollo.
Una investigación incluso sugiere que la dieta durante el embarazo puede aumentar el riesgo de obesidad en el niño, porque cambia el ADN del bebé por nacer.
Tener una infancia feliz puede estimular la longevidad, tal y como se sugiere en otro estudio que indica que aquellos que fueron infelices en su juventud tienen mayor riesgo de tener enfermedades cardíacas como adultos.
Salir y disfrutar del aire libre también es clave. Los rayos del sol son una fuente importante de vitamina D, siempre y cuando se use protector solar para evitar cáncer de piel.
Esta vitamina es clave para tener unos huesos fuertes y sanos, pues ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio y el fósforo de las comidas.

Benefíciate del ejercicio
 
La presión del día a día te puede dejar con la sensación de que no hay mucho tiempo para el ejercicio. Pero vale la pena tomar en consideración que, dejando de lado la pérdida de peso, es mucho lo que se puede ganar con el ejercicio, y puede significar una gran diferencia entre estar sano y no:
El ejercicio ayuda a tener un corazón más saludable porque reduce varios peligros cardiovasculares, incluyendo presión arterial y enfermedades cardíacas.
Mantenerse activo físicamente puede reforzar la salud mental y ayudar a manejar el estrés, la ansiedad e incluso la depresión.
El ejercicio frecuente puede ayudar a alcanzar y mantener el peso ideal que reduce los riesgos de diabetes.
El ejercicio pesado, como correr, es especialmente bueno para mejorar la densidad ósea y proteger contra la osteoporosis, que es cuando los huesos se debilitan y rompen con facilidad.

Salud ósea

Durante la infancia nuestros huesos son fuertes y, si se rompen, normalmente se recuperan con facilidad. Pero en la medida que vamos acumulando años, este proceso se hace más lento y nuestras articulaciones se pueden hacer débiles y frágiles.
Empezamos a perder densidad ósea a partir de los 35 años, lo cual es un proceso normal del envejecimiento.
Factores del estilo de vida, como tener una dieta rica en calcio y ejercitar con frecuencia puede mantener los huesos sanos y minimizar el riesgo de fracturas.

Mantente socialmente activo

Todos sabemos que la amistad es importante para la felicidad, pero recientemente se descubrió que los amigos también nos pueden ayudar a vivir más.
Estudios sobre la soledad indican que el aislamiento social está asociado a una tasa alta de mortalidad en gente mayor y que la soledad es un "asesino oculto" para los ancianos.
En la misma línea, investigaciones han demostrado que la gente casada vive más que los solteros. Los especialistas creen que esto se debe a que los casados -o en pareja- tienen una mejor red de apoyo social, lo que minimiza el riesgo al aislamiento.

Evita comida basura

Una buena dieta es básica para la buena salud, por lo que evitar ciertas comidas y bebidas puede ayudar a prolongar la vida. Ingerir demasiados alimentos de alto contenido calórico como los dulces o la grasa puede llevar a aumentar de peso y la obesidad.
Algunas grasas son conocidas por ser particularmente malas para la salud. Los ácidos grasos trans, hecho de aceite vegetal de hidrogenación, pueden estar presentes en algunas margarinas, galletas, tortas y comida rápida.
Este ingrediente puede aumentar el nivel de nuestro colesterol "malo", lo que incrementa significativamente el riesgo de tener arterioesclerosis, que bloquea las arterias y causa otras complicaciones.
Reducir la ingesta de sal también es importante para mantener el corazón sano, pues comer mucha sal puede llevar a la hipertensión, lo que a su vez podría ocasionar fallas cardíacas, accidente cerebrovascular y otras complicaciones.
Ingerir mucho alcohol también puede tener efectos devastadores en nuestra salud. No sólo puede dejarnos con una resaca el día siguiente, sino que también a largo plazo puede causar daños en los órganos del cuerpo. El abuso crónico es una de las principales causas de enfermedades del hígado.
Y no podemos olvidarnos del tabaco. Son muchos los estudios que advierten de lo perjudicial para la salud, pues fumar aumenta el riesgo a desarrollar unas 50 enfermedades serias.
Es la causa del 90% de los cáncer de pulmón, daña el corazón y la circulación arterial, empeora las enfermedades respiratorias y afecta la fertilidad.

BBC. (2013). Cinco consejos para vivir más. Recuperado el 26 de Setiembre de 2013, de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130709_salud_consejos_vivir_mas_gtg.shtml


miércoles, 25 de septiembre de 2013

La memoria "cautelosa" de la vejez es más fiable

Olvidar cosas puede ser una parte del envejecimiento que todo el mundo acepta. Pero, ¿podría la seguridad de la juventud estar cubriendo algunos deslices de la memoria?
En un estudio hecho por investigadores en Alemania, la gente mayor fue más consistente en las pruebas de memoria, a pesar de que en general los más jóvenes tuvieron puntuaciones más altas.

La evaluación se realizó en Berlín a 100 personas mayores, con edades comprendidas entre los 65 y los 80 años, y a 100 personas en los 20.

Los participantes asistieron durante 100 días al Instituto para el Desarrollo Humano Max Planck, en la capital alemana, para hacer los exámenes.

"Fuimos muy buenos con ellos, y había un buen ambiente en los laboratorios", explica el profesor Florian Schmiedek. "La gente llegó a conocerse, para ellos fue una especie de actividad social. Aunque también les pagamos por esos 100 días".

El cerebro recuerda cosas cuando sus 100.000 millones de neuronas o células del cerebro se conectan. La memoria se forma cuando estas conexiones, o sinapsis, se fortalecen.
La información de los sentidos se envía al córtex cerebral, y de allí a zonas de los alrededores del hipocampo.

Esto "amarra" la memoria antes de que vaya al hipocampo, donde se le agrega información sobre el contexto o la ubicación.
La memoria "funcional", crucial para resolver problemas y hacer planes, es como una pizarra en el cerebro, y se encuentra en el córtex prefrontal.

Se suele usar para recordar un número telefónico el tiempo suficiente como para hacer una llamada, pero luego se suele olvidar a no ser que pase a la memoria de largo plazo para su almacenamiento.

Las pruebas del estudio fueron diseñadas para probar distintos tipos de memoria.
En una, los participantes tenían que recordar una lista de palabras. Otra tenía una lista de números para memorizar al mismo tiempo que debían realizar simples cálculos aritméticos con esos números.
La finalidad de esta prueba era retar su memoria "funcional".

Gran variabilidad

La puntuación general para la gente mayor fue menor que la de los venteañeros. esde hace tiempo se sabe que el rendimiento cognitivo cae con la edad, debido a algunas pérdidas de células en el cerebro.
Pero la doctora Carol Holland, directora del Centro de Investigación para una Vejez Sana, en la Universidad de Aston, en Inglaterra, considera que nosotros olvidamos mucho menos de lo que creemos.

"La memoria a largo plazo no cambia con la edad de una persona normal, somos tan buenos recordando poesía que cuando niños. Aprender cosas nuevas… aquí es donde empieza la diferencia".
"Pero hay una gran variabilidad, uno hombre de 80 años puede aprender tan rápido como uno de 19 años. Mientras que otro de esa misma edad puede tener problemas reales".

Holland considera que estos resultados son alentadores en la lucha contra los estereotipos sobre las personas mayores y el olvido, al mismo tiempo que son un recordatorio de que la edad no tiene por qué estar en la raíz del problema.

"Una persona mayor puede atribuir la pérdida de las llaves el haber acabado de celebrar su 70 cumpleaños, cuando en realidad siempre han tenido el problema de olvidarse de dónde las habían puesto".

Por su parte, el profesor Schmiedek señala que el tamaño del estudio le ayudó a mostrar que los días buenos y malos existen.

"Pero la variabilidad no es tan grande como uno se esperaría. Es más una fluctuación del momento en el desempeño lo que con frecuencia crea la impresión de que tenemos días buenos y malos".

Schmiedek, cuyo estudio fue publicado en el Psychological Science, quedó sorprendido con la diferencia entre los dos grupos.

"Si comparamos a adultos jóvenes y de avanzada edad, el resultado interesante fue a lo largo de las nueve tareas, las personas mayores fluctuaron menos de un día a otro".

Además de evaluar la memoria, el equipo también le dio a los participantes cuestionarios para que evaluaran su estado de ánimo. Los adultos mayores parecieron estar más motivaos en hacerlo bien en la prueba y se preocuparon menos sobre la vida y sus aspectos estresantes.

McGrath, P. (2013). La memoria "cautelosa" de la vejez es más fiable. Recuperado el 25 de Setiembre de 2013, de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130826_salud_memoria_vejez_gtg.shtml

martes, 24 de septiembre de 2013

Hacia una vejez activa

Continuamente la sociedad impone un papel a las personas que envejecen. Y la vejez no tiene que ver con la edad, si no con el estado en que se encuentre. En ese papel se involucran todos los prejuicios que la sociedad vuelca en las personas de mayor edad.  
Nos imponen supuestos ideales de lo que es una persona  saludable. Estos modelos siguen una línea, con ciertas características que no son posibles para todos.  
Antiguamente se valoraban otras cosas en las personas. Hoy, hay demasiados valores que se han desmoronado, que hemos desmoronado. Los tiempos cambian, y los valores lo hacen al mismo ritmo.  

Todos vamos en busca de placer, de felicidad, un deseo constante de adaptarnos a todos los modelos que nos ofrece la sociedad, para ver que pasa, y en esos cambios, perdemos los puntos de referencia, perdemos el sentido de la vida, y hasta nuestra propia identidad.   
Dejamos de lado la vida saludable, y nos adaptamos a los nuevos modelos que no lo son tanto y envejecemos día a día. Vivimos a prisa, cambiamos un libro por una película, una ensalada de verduras frescas por una en lata, un té de hierbas por una pastilla, una hora mas de descanso por un café. Y así podría seguir hasta cansarme.  

Ahora, me pregunto ¿Qué es ser saludable?   

En el año 99, la Organización Mundial de la Salud” para celebrar el día mundial de la salud, utilizó el tema “Sigamos activos para envejecer bien”. Ahora, ¿Qué es envejecer bien? Envejecer bien es no paralizarse. No quedarse en el camino.  
Construir, crear, soñar, seguir. Para lograr un envejecimiento activo. Todos estamos envejeciendo continuamente, pero eso no depende de la edad, depende de nosotros, de nuestras ganas, y del esfuerzo que pongamos en adaptarnos a lo nuevo, sin perdernos a nosotros en esos cambios.  

La expectativa de vida del ser humano ha crecido, debemos aprovechar las grandes posibilidades que hay de hacer cosas y de tener más tiempo para disfrutar del milagro de vivir.   

El cuidado de la salud, la conducta, la alimentación, la forma de vida, la actividad realizada, los afectos, la vivienda, todo contribuye a una vida más saludable. Eso no empieza en la vejez, me dirán, y bien se sabe, las enfermedades, las conductas y la asistencia sanitaria pasadas influyen en el estado de salud posterior de las personas.   

Segundo, en la medida en que las personas participen laboralmente tienen mucho que ver en “envejecer saludablemente” influyen en la capacidad de exigir y recibir.   
En nuestra sociedad, frente al envejecimiento tenemos prejuicios, como caracterizar  a las personas ancianas como pasivas, crónicamente enfermas, sin deseos sexuales o con necesidad de atención y de cuidados constantes; manchando a los ancianos y condenándolos a la marginalidad social.  

Pero es un gran error, la mayoría de las personas no manifiesta alteraciones que influyen marcadamente en su funcionamiento físico, intelectual o social hasta que pasan los 80 años. A pesar de que al aumentar la edad los procesos se hacen más lentos, la motivación y la práctica permiten superar esas desventajas y hacen que las personas de edad se desempeñen con eficiencia.  

Pero entonces encontramos, que también la salud es vital para mantener el bienestar y la calidad de la vida en la tercera edad. El mantenimiento de la salud y de la calidad de vida durante la totalidad del ciclo vital contribuirá mucho a promover una vejez saludable.

Pero antes que nada, debemos promover una cultura donde el envejecimiento y la vejez sean considerados como símbolo de experiencia, sabiduría y respeto,  contribuir al fortalecimiento de la solidaridad y al apoyo mutuo entre generaciones, constituye también un reto en nuestra sociedad.  

Pero entonces,  
¿Qué es una Vejez Activa?  

El envejecimiento activo consiste en llevar, a medida que uno envejece, una vida productiva y sana en la familia, la sociedad y la economía.   

La vejez activa refleja el deseo y la capacidad de la persona de edad para mantenerse involucrada en actividades productivas. Los estereotipos de las personas de edad como improductivos y dependientes son injustos y van en deterioro de la vitalidad de la sociedad, así como de la dignidad de los individuos. 

La vejez activa significa que la persona de edad mantiene actividad mental, actividad física, actividad social. Un envejecimiento activo es decisivo para que las personas de edad sigan contribuyendo a la sociedad considerando todas estas dimensiones.  
La vejez activa es, por lo tanto, vejez saludable que permita el compromiso continuo con la vida y permite que sigamos contribuyendo al bienestar personal, al bienestar de la familia y al bienestar de nuestras comunidades.  

Al mantenerse y permanecer física y mentalmente activos, al procurar conservar la salud y la calidad de vida durante toda la existencia permitirá vivir en plenitud y establecer una comunidad con relaciones armónicas
 
Finalizo esta opinión –como siempre - con un texto de Nidia Aristizábal, “El fabuloso resultado final del envejecimiento es la vejez, etapa que puede ser tan hermosa, gratificante, positiva, autónoma y saludable como las etapas que las antecedieron.  

La vejez no depende de la suma de una cantidad de años sino de la calidad de vida que hayamos tenido como seres integrales que somos. Cada uno de nosotros es responsable de su propio envejecimiento, no es la sociedad, la herencia, el medio ambiente o los mitos o estereotipos sobre el envejecimiento y la vejez los que marcan por si solos el estilo de vida que tengamos en esta última etapa de nuestra existencia.
Alvarez, R. (2012). Hacia una vejez activa. Recuperado el 24 de Setiembre de 2013, de http://www.enplenitud.com/hacia-una-vejez-activa.html

lunes, 23 de septiembre de 2013

50 años, el límite para cambiar y tener una vejez saludable

La etapa que va entre los 40 y 50 años es crucial. En ese período se debe empezar a comer mejor, dejar el cigarro, aplicarse con el ejercicio e intentar bajar el estrés y el alcohol para asegurarse varias décadas más de buena salud. También puede partir más tarde, a los 60 o a los 70, pero los beneficios ya no son los mismos.



“Está lleno de esos pacientes. Personas de cincuenta y tantos, que han fumado toda la vida, con una pésima alimentación y la última vez que hicieron ejercicio fue en las pichangas de la universidad; pero quieren, de la noche a la mañana, ponerse a trotar, comer sano y tener una vejez saludable. ¡Si no existen milagros!”, dice Bernardita Vignola, nutricionista de Clínica Santa María. “Por eso, lo que yo hago es aterrizarlos y dejarles bien claro que lo que quieren es imposible”, agrega. El comentario se está volviendo cada vez más habitual en la comunidad médica por estos días. Claro, en un país donde las expectativas de vida crecieron 22 años en tan sólo cinco décadas (situándonos como los más longevos de Sudamérica), al pasar los 45 inevitablemente llega el momento en que nos imaginamos cómo serán esos 15 o 20 años después de la jubilación. Y la escena que aparece ante nuestros ojos puede ser muy deprimente. Entonces, corremos al doctor.
Pero no es tan fácil: “La mayoría llega a las consultas cuando el daño orgánico ya está hecho y sólo queda una prevención secundaria, como bajar el colesterol para disminuir el riesgo cardíaco. Pocos se toman en serio que cuanto antes es mejor”, dice el doctor Héctor Ducci, cardiólogo y jefe de Medicina Preventiva de Clínica Las Condes.
Las encuestas de salud indican que el chileno promedio come semanalmente 10 marraquetas, casi 200 gramos de pollo, medio kilo de carnes rojas, una porción de mariscos o pescados equivalentes apenas a un tarro de atún, se toma cinco tragos a la semana y fuma 10 cigarrillos diarios. El 70% es completamente sedentario, sólo el 9% consume lo aconsejable de frutas y verduras, y un tercio está “muy estresado”. ¿Se identifica?
Si su respuesta es afirmativa, crea lo que dice Vignola: “No existen milagros”.
Es cierto que un poco de ejercicio es mejor que nada, que dejar el tabaco a los 60 es mejor que morirse con el pucho en la boca dos años después, que para su corazón el pescado con lechuga es mejor que una parrillada. Es decir, que los beneficios de modificar los hábitos se harán sentir sin importar la edad. Pero también es cierto que existen límites para un cambio exitoso en el estilo de vida; porque después será muy difícil que usted pueda aspirar a una vejez saludable. Esa en que nos imaginamos leyendo frente al mar, con amigos, jugando con los nietos o planificando algún viaje.
Veamos.
DEJAR EL CIGARRO: 45 AÑOS
Dejar de fumar tiene beneficios incluso de manera inmediata. A los 20 minutos del último cigarro, la frecuencia cardíaca y presión arterial se estabilizan. A las ocho horas, los niveles de nicotina y de monóxido de carbono en su sangre se reducen a la mitad. A las 72, mejorarán su olfato y su habilidad para sentir los sabores. A los dos meses, aumentará su capacidad respiratoria. Y al año, habrá disminuido en 50% el riesgo de un infarto. Eso pasará sí o sí, sin importar la edad.
Pero si lo que quiere es tener la opción de llegar a los 60 años con la misma expectativa de vida de una persona que nunca ha fumado, debe disfrutar de su último cigarrillo cuando cumpla los 45 años.
Un estudio de la U. de Toronto, Canadá, siguió a más de 200 mil personas que comenzaron a fumar en la adolescencia: los que dejaron el hábito después de los 40 redujeron en 90% el riesgo de mortalidad vinculada al tabaquismo. Los expertos explican que los pulmones tardan una década y media en limpiarse. Por eso, quienes deciden dejar el cigarro más cerca de los 50 recuperan sólo seis años de vida, una cifra que se reduce a cuatro cuando se abandona el hábito entre los 55 y los 64.
Eso sí, el autor de este estudio, el académico Prabhat Jha, hace un alcance a Tendencias: “Sólo porque esté la posibilidad de recuperarse, no significa que haya que esperar hasta los 40 y tantos. Un fumador frecuente tiene el triple de riesgo de muerte”. Aunque tenga menos de 40.
Según explica Mario Calvo, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias, el tabaco genera un proceso inflamatorio crónico que altera el epitelio bronquial y las células de los alveolos, que se encargan de remover las sustancias extrañas que ingresan al pulmón. “La alteración de la función pulmonar que el tabaco va produciendo lentamente puede revertirse, pero no totalmente, y mientras más se demore el paciente en dejar el tabaco, peor es su reversibilidad”, advierte.
Algo especialmente cierto cuando se trata de cáncer. Una patología vinculada fuertemente al tabaquismo. De hecho, según datos de la Sociedad Americana de Cáncer, el riesgo de cáncer pulmonar baja a la mitad recién una década después de dejar de fumar.
BAJAR DE PESO: 50 AÑOS
El 67% de los chilenos tiene sobrepeso u obesidad, dos condiciones que si bien acarrean problemas en cualquier momento de la vida, se vuelven mucho más complicadas después de los 50 años. A esta edad se hace evidente la declinación de los procesos fisiológicos del organismo. De acuerdo con Brian Kennedy, presidente del Instituto Buck de Investigación sobre Envejecimiento, el metabolismo comienza a enlentecerse una vez acabada la pubertad. Y después de los 50, se traduce en una disminución del consumo energético, que quema menos calorías y disminuye el número de células en los órganos.
Es por eso que debe bajar de peso antes de los 50 años, la edad promedio de diagnóstico de enfermedades crónicas relacionadas con la mala alimentación, como la diabetes tipo II y la hipertensión. Cuando estas enfermedades aparecen, dice Bernardita Vignola, no hay vuelta atrás y el paciente sólo las puede mantener controladas. Sin embargo, cuando se cambia de alimentación, se puede evitar el surgimiento de esas dolencias e, incluso, mejorar el diagnóstico de otras.
A cualquier edad, el sobrepeso aumenta en 50% el riesgo de cáncer. Y como esta enfermedad aparece con mayor fuerza después de los 50 años, los expertos coinciden en que las personas deben regular su peso antes de entrar en esa década. Según Laura Itriago, de Clínica Las Condes, si una persona disminuye su obesidad y aminora su sedentarismo antes de los 50 años, puede bajar hasta en 30% la posibilidad de desarrollar tumores malignos. La pérdida de peso, incluso en pequeñas cantidades, lleva a significativas mejorías en los factores de riesgo cardiovascular. Por cada kilo perdido, el colesterol total disminuye en 1%, el colesterol LDL en 0,7% y el HDL aumenta en 0,2%.
Tampoco es el fin del mundo si ya ha pasado esa edad. Un estudio realizado por la U. de Carolina del Sur (EE.UU.) descubrió que una persona de más de 50 que consume al menos cinco frutas y verduras al día y que hace 2,5 horas de actividad física a la semana disminuye en 40% su riesgo de muerte. La nutricionista de la Clínica Indisa, María Cecilia Benavides, afirma que si un adulto obeso reduce su peso entre 5% y 10%, su presión arterial puede bajar hasta en cinco puntos.
CAMBIAR LA ALIMENTACION: 40 AÑOS
Aunque ahora su peso sea el adecuado, después de los 45 años verá cómo le cuesta mantenerlo si no cuida su alimentación. Y eso, a la larga, puede traducirse en kilos ganados que desencadenen también un riesgo cardiovascular o de otras patologías. Aún más. Karen Basfi-fer, académica del Departamento de Nutrición de la U. de Chile, explica que incluso una persona con un estado nutricional aparentemente saludable puede tener alteraciones en sus niveles de colesterol que, por un efecto acumulativo, se vuelven problemáticas después de los 40.
“Con el tiempo puede haber, por ejemplo, daño en las paredes de los vasos sanguíneos, que se van engrosando y causar infartos o accidentes vasculares. Además, la mala alimentación puede empezar a dañar tu hígado. El hígado tiene una vida útil grande, tolera harto y con poco hígado puedes funcionar bien, pero si comes mal, finalmente se va a ir deteriorando silenciosamente”, detalla Basfi-fer.
Las grandes responsables de que nos cueste tanto mantener el peso después de los 40 años son las hormonas sexuales, es decir, la testosterona y el estrógeno. Los hombres tienen, naturalmente, más células adiposas en la zona del abdomen debido a un principio evolutivo: dedicados a la caza y a largas caminatas, desde siempre han conservado una fuente de energía de fácil acceso. Y como la grasa abdominal es uno de los principales indicadores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, la testosterona es la encargada de mantenerla a raya. Pero pasados los 40, cuando esta hormona empieza a decaer, disminuye también su efectividad.
Las mujeres, en cambio, tienen mayor cantidad de células adiposas en las caderas y los muslos, las zonas desde donde más rápidamente pueden acceder a la energía en el momento de la lactancia. Pero en los 40, cuando caen los niveles de estrógeno, comienza a acumular grasa en los glúteos, caderas y vientre.
El metabolismo tampoco ayuda: se desacelera a razón de 10% por cada década. Por eso, incluso las comidas saludables, en las mismas cantidades que se han consumido durante toda la vida, pueden hacer que las personas engorden. Para una mujer de 40 años, por ejemplo, una porción adecuada de proteínas, como las del pescado o la carne, es de unos 115 gramos, mientras que para un hombre son de 200. Sin engordar. Cuando tenían 20 años podían comer 50 gramos más.
HACER EJERCICIO: 40-45 AÑOS
Siempre es un buen momento para hacer ejercicio. No importa la edad. El problema es que a medida que pasan los años, nuestro organismo reacciona de manera diferente a las exigencias deportivas. Los especialistas recomiendan que no pase de los 40 o 45 años para tomarse el deporte en serio. Porque después de esa edad, el número de células de todos los órganos del cuerpo comienza a caer, incluyendo la disminución de las fibras musculares y, por tanto, de la masa muscular: ésta se pierde a razón de 1% anual.
Pero si usted llega con buena cantidad de masa muscular a esa edad, la disminución afectará menos su movilidad en la vejez. Después de los 45 se hace mucho más difícil generar músculos, porque la capacidad cardiorrespiratoria con que se cuenta no es capaz de mantener un ritmo deportivo tan alto como para desarrollarlos.
Además, está el tema óseo. Los 40 años serían el límite para cuidar los huesos. Las personas comienzan a perder masa ósea de manera natural, un efecto que se puede aminorar con una dieta rica en calcio y ejercicio antes de esa edad.
En 2011 una investigación del Centro Médico de la U. de Texas estableció que 150 minutos semanales de ejercicio moderado o 75 minutos de actividad física vigorosa son el tiempo necesario para lograr menor riesgo de contraer enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Jarett Berry, médico que participó en el estudio, ha comentado que el ejercicio físico no retrasa lo inevitable, pero sí repercute en la menor aparición de enfermedades crónicas: “Estos datos sugieren que hacer actividades aeróbicas, como caminar, trotar o correr durante la mediana edad, se traduce no sólo en más años de vida, sino en años de mayor calidad en la vejez”.
ESTRES: 50 AÑOS
El estrés es una reacción natural del organismo que nos permite actuar frente a las situaciones inesperadas del día a día. El problema es cuando permanece en el tiempo. Produce varias hormonas, como el cortisol y las catecolaminas, que aumentan la glicemia y la resistencia a la insulina, lo que a la vez conduce a un mayor riesgo de infartos. Según Andrea Sepúlveda, endocrinóloga de Clínica Santa María, la acumulación de estas hormonas en la sangre eleva la presión arterial y exige un esfuerzo mayor al sistema cardiovascular. Además, el cortisol retiene sodio y agua, lo que aumenta el volumen de la sangre y con eso, la hipertensión, la glicemia y la insulina. Cuando aún somos jóvenes, nuestro organismo tiene mayores posibilidades de tolerar el daño.
Pero a los 50 comienzan a aparecer de manera natural los factores de riesgo cardiovascular: aumentan los niveles de colesterol y de presión sanguínea. No por nada, pasados los 55 años se eleva el riesgo en hombres y mujeres que hasta ese momento estaban protegidas por el estrógeno. Por lo mismo, resulta indispensable reducir los factores externos.
Hay dos opciones que usted puede considerar. La primera, la meditación, que ha demostrado ser efectiva en reducir el estrés, por ejemplo, en personas hipertensas, bajando en 30% las muertes por enfermedades cardiovasculares y en 49% las asociadas al cáncer.
La segunda, buscar instancias de relajo en la vida cotidiana. Una de las más importantes es mantener cuotas importantes de silencio una vez que se acaba la jornada laboral. Es decir, sin TV, sin música ni conversaciones. Sólo silencio. Un efecto parecido es el que tiene la práctica de yoga. Las personas que lo realizan habitualmente presentan una menor cantidad de Interleukina 6, proteína relacionada con el estrés y que produce inflamación en los tejidos.
Derosas, F. (2013). 50 años, el límite para cambiar y tener una vejez saludable. Recuperado el 23 de Setiembre de 2013, de http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2013/07/659-533804-9-50-anos-el-limite-para-cambiar-y-tener-una-vejez-saludable.shtml

sábado, 21 de septiembre de 2013

Aceptar la vejez

Hay individuos que aunque los años dorados les llegan, siempre mantienen el espíritu joven. Todo depende de su autoestima.
Envejecer es un fenómeno natural que llega a todas las personas del planeta. La diferencia es que nadie envejece igual, ya que este proceso es individual y privativo de cada uno.
Sin embargo, en nuestro medio muchas personas han aprendido desde pequeños que hay que evitar verse viejo, que la pareja puede cambiarlo por otra persona más joven y que el aspecto físico es más importante que el amor o los valores.
Según la doctora Beatriz Gómez Sarmiento, especialista en psicología clínica y terapeuta familiar y de pareja, esa forma de pensar proviene de los ejemplos que se han vivido en la familia, cuando mamá o papá pasaban de manera exagerada en el gimnasio para mantenerse jóvenes. Incluso fueron testigos de cómo alguno de ellos se sometió a alguna cirugía plástica para evitar que le afecte el paso de los años.
Otra razón de preocupación es que generalmente en algunos trabajos despiden o no aceptan a los adultos mayores, aduciendo que los jóvenes tienen nuevos conocimientos.
En realidad, aceptar o negar la vejez depende del nivel de autoestima, dice Gómez, es decir de la valoración que tenga cada ser humano de sí mismo. “Si este sabe cuánto vale, que es admirado, respetado, querido, que está en paz consigo mismo y que se preocupa por ser mejor persona, es alguien que no le importa que la vejez le llegue, sobre todo, porque con sabiduría ha aprendido a aceptar la realidad”.
Este tipo de personas, agrega, son las que a pesar de envejecer físicamente tienen un espíritu joven, se sienten jóvenes a pesar de estar en sus años dorados, pues siguen viviendo, disfrutando de todo lo que tienen, y aceptan que pudieron haber hecho más, pero no lo hicieron, y comprenden que lamentarse no les sirve de nada.

Entusiasmo o achaques

Para el geriatra Aldo Guevara D’Aniello, las personas que aceptan la vejez como un proceso natural son gente que se acopla al medio con gran entusiasmo y equilibrio, sobre todo, viven lo que tienen por delante. No son amargadas, sino, al contrario, siempre encuentran alguna lección que extraer a los acontecimientos de la vida cotidiana.
Generalmente, agrega, realizan una actividad aunque no sea remunerada con la que contribuyen al desarrollo de su colectividad. Incluso están actualizadas en tiempo y espacio, es decir, saben en qué día están y conocen acerca de las noticias, fechas o celebraciones, pues siempre están activos, con proyectos que jamás terminan.
“Son individuos que tienen claro que saber vivir es un arte que muy pocos reconocen que obliga a un constante entrenamiento. Y quienes asimilaron bien las etapas de la vida como niñez, adolescencia y vida adulta son las que sacan el mayor provecho a la tercera edad, porque en ella también hay detalles propios que disfrutar”, asegura.
También, dice Guevara, son personas que se trazan metas tanto para la jubilación y el tiempo libre como para morir o despojarse de aquello que es inservible y que se va acumulando a través de las décadas. Incluso, no les importa que les digan viejos, y adicional a ello hacen ejercicio físico, porque entendieron que es necesario y saludable.
Sin embargo, quienes no aceptan la vejez reniegan y la equiparan con la enfermedad. “Nunca entendieron que los “achaques” son gajes del oficio, que hay que ser un poco patojo, un poco cegato, un poco sordo”, asegura Guevara.

Hombres vs. mujeresAdemás, no buscan mejorar su entorno, adquieren hábitos insanos en cuanto a comida y aseo personal, se autoaíslan, se desorientan y desperdician oportunidades. Y hacen causa común con los similares para lamentarse por un pasado aparentemente mejor.
Según la psicóloga clínica Cecilia Chávez de Larrea, se cree que el envejecimiento afecta más a la mujer, pero no es cierto. Así como ella tiene su crisis en el climaterio, el varón pasa por la andropausia y, sexualmente, es mayormente desfavorable para este.
“Las mujeres deben saber envejecer con gracia y usando sus atractivos, pero no solo los externos, y sin descuidar su presentación personal. Quien no tiene seguridad de todos sus encantos y siempre valoró su belleza externa, va a pasar por dificultades aceptando el paso del tiempo. Hay las que se visten ridículas, lo que las hace ver aún mayores”.
En realidad, dice Guevara, lo que tiene que hacer el individuo es diferir aquellos signos propios del envejecimiento para alcanzar una tercera edad activa y productiva. Por eso, es necesario conocer cómo es la vejez normal y la patológica, hacer su diferencia y buscar las soluciones que la sociedad brinda a los añosos.
“Lo principal es mirar la vejez del vecino, en otras palabras cómo se deterioran los demás para no caer en lo mismo. El mejor espejo son nuestros padres, abuelos o tíos, que generalmente marcan la tendencia familiar en ese campo”, concluye. (S.M.de.C)
larevista.ec (2012). Aceptar la vejez. Recuperado el 21 de Setiembre de 2013, de http://www.larevista.ec/orientacion/psicologia/aceptar-la-vejez

viernes, 20 de septiembre de 2013

LA FELICIDAD DE LAS PERSONAS MAYORES DEPENDE MÁS DE UNA ACTITUD POSITIVA QUE DEL ESTADO FÍSICO

Una actitud positiva ante la vida proporciona mayor felicidad en la vejez que el estado de salud, según una investigación desarrollada por la Universidad de California en San Diego. El estudio pone de manifiesto que el optimismo y la actitud de “hacer frente” a las cosas son más importantes para conseguir un envejecimiento feliz, que las mediciones tradicionales de salud y bienestar. Una nueva percepción del envejecimiento que pone fin a la creencia de que el buen estado físico es sinónimo de un envejecimiento óptimo. Por Marta Morales.

La felicidad en la vejez depende más de una actitud positiva que de la salud que se tenga, señala un estudio realizado por el Sam and Rose Stain Institute for Research on Aging (SIRA), perteneciente a la Universidad de California en San Diego. El estudio llama la atención por la inusual consideración de criterios subjetivos para evaluar el estado del envejecimiento.
En esta investigación se examinó a 500 voluntarios de edades comprendidas entre los 60 y 98 años, que vivían independientemente y que habían padecido diversas enfermedades, como el cáncer, fallos cardiacos, diabetes, problemas mentales u otro tipo de disfunciones.

Tal como explica al respecto la revista Medicalnewstoday, a los participantes en el estudio se les pidió que evaluaran su envejecimiento en una escala del 1-10, siendo 10 un grado de buena calidad de vida en la vejez.

La media de esta valoración entre los encuestados fue de 8.4, lo que desvela la actitud positiva dominante respecto a cómo vivían su envejecimiento. Menos del 10% de los entrevistados asociaban la calidad de su envejecimiento con el estado de salud corporal.

Lo más sorprendente de los resultados obtenidos, sin embargo, fue que los voluntarios más optimistas –aquellos que pensaban que estaban envejeciendo bien- no siempre coincidían con los que tenían mejor salud.

Ver con buenos ojos la vida

La investigación, llevada a cabo por el profesor Dilip Jeste, de dicha Universidad, y sus colegas, señala que el optimismo y la actitud de “hacer frente” a las cosas son más importantes para conseguir un envejecimiento exitoso que las mediciones tradicionales de salud y bienestar. Es decir, que el estado físico no es sinónimo de un envejecimiento óptimo. Por el contrario, una buena actitud es casi una garantía de un buen envejecimiento.

Suele considerarse normalmente que una persona “envejece bien” si tiene pocas dolencias o si sigue manteniendo más o menos sus facultades, si bien no existe un consenso en la comunidad médica a la hora de definir con exactitud lo que puede entenderse como un envejecimiento adecuado.


Este estudio demuestra que la percepción que se tiene de uno mismo puede ser incluso más importante que el estado físico, a la hora de considerar que el envejecimiento se está desarrollando adecuadamente. La salud física ha dejado de ser de esta forma el mejor indicador de un envejecimiento adecuado, según este estudio.
Otra conclusión que se desprende de este estudio es que la preocupación de las personas que adentran en edades avanzadas no debe centrarse tanto en el estado de salud como en el cuidado y cultivo de actitudes positivas, ya que estas actitudes pueden ser más importantes que el estado de salud corporal para alcanzar el envejecimiento adecuado.

La investigación también ha demostrado que la gente que pasa algo de tiempo cada día socializándose, leyendo o participando en otras actividades de ocio, tienen un nivel de satisfacción más alto en la vejez.
Los resultados de esta investigación no han sido publicados todavía, pero fueron dados a conocer en la asamblea annual de la American College of Neuropsichopharmalogy, celebrada esta semana en Waikoloa, Hawaii. La ACNP, fundada en 1961, es una organización profesional de más de 700 científicos, entre los que se encuentran tres premios Nobel. Su misión es prevenir enfermedades del sistema nervioso mediante el estudio del cerebro.

Buen estado de salud mental

Dilip V. Jeste, artífice de esta investigación, es profesor de psiquiatría y neurociencia en la Universidad de California. Está especializado en geriatría psiquiátrica y es el editor del American Journal of Geriatric Psychiatry.

Además, Jeste es jefe de la División de Geriatría Psiquiátrica de la mencionada Universidad y participa en numerosas actividades de investigación, preparación y cuidado de pacientes de la tercera edad. En una entrevista publicada el pasado septiembre por Medscape , explica entre otras cosas los mecanismos que permiten un envejecimiento exitoso.

Junto a su colega Gregory Stain en el Sam and Rose Stain Institute for Resarch on Aging (SIRA), también perteneciente a la universidad de California en San Diego, Jeste ha desarrollado otras investigaciones entre las que destaca un  estudio sobre la misma temática.

En este estudio participaron 1.000 voluntarios seniors que viven en California, los cuales rellenaron un completo cuestionario acerca de su nutrición, su historial médico, hábitos de ejercicio y, en general, su estilo de vida. Asimismo, muchos de esos participantes facilitaron muestras de sangre para que se pudiera conocer su estado de salud. Los primeros resultados de este estudio señalan también que un mal estado físico no tiene por qué desembocar en un envejecimiento negativo.

A partir de estos resultados, Jeste y se equipo pretenden continuar analizando las causas de las diferentes percepciones sobre el envejecimiento, ya que estudios previos han demostrado que el mantenerse activos y el realizar ejercicio físico habitualmente ayuda también a envejecer en buen estado corporal y mental.

Otra prometedora área de investigación en la que el Jeste y el SIRA pretenden profundizar es la del cerebro, puesto que diversos estudios han adelantado ya que puede que haya neuronas que sí se regeneran, a pesar de la edad.
De esta manera, Jeste pretende descubrir por qué hay personas que, con 80 ó 90 años de edad siguen perfectamente activas, tengan o no achaques, y de qué depende el estar bien la mayor parte de tiempo que podamos de nuestra vida.

Morales, M. (2013). LA FELICIDAD DE LAS PERSONAS MAYORES DEPENDE MÁS DE UNA ACTITUD POSITIVA QUE DEL ESTADO FÍSICO. Recuperado el 20 de Setiembre de 2013, de http://www.vejezyvida.com/la-felicidad-de-las-personas-mayores-depende-mas-de-una-actitud-positiva-que-del-estado-fisico/

jueves, 19 de septiembre de 2013

Mayores de 65 años dicen tener una actividad sexual plena

El 60% de las personas mayores de 65 años dice tener relaciones sexuales con una frecuencia media de cuatro veces al mes, y aunque la mayoría reconoce que sus relaciones han sufrido cambios a causa de la edad aclaran que no por ello son “menos satisfactorias”.
Estos son algunos de los resultados de un estudio, en el que han participado más de un centenar de mayores de 65 años y que se hará público en el XXVI Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), que se celebrará del 15 al 18 de noviembre en Valencia.

Según el estudio, realizado por médicos de familia de Cataluña, el 85 por ciento de los entrevistados tenía pareja y en más de la mitad de los casos era el varón el que inicia las relaciones sexuales.

La sexualidad en los mayores sigue siendo un tema tabú

La coordinadora del Grupo de Atención al Mayor del SEMFYC, Pilar Regato, explicó en un comunicado que la sexualidad en los mayores “continúa siendo un tema tabú y, tanto a los pacientes como a los médicos, nos produce cierta vergüenza hablar de un aspecto tan importante para disfrutar de un envejecimiento saludable”.

“Tenemos la falsa creencia de que es una esfera de la vida que desaparece cuando se llega a una determinada edad. Sin embargo en la consulta cada vez es más frecuente que nos pregunten por aspectos relacionados con la libido y la potencia sexual”, afirmó Regato.

Los encuestados manifestaron tener relaciones “satisfactorias” o “muy satisfactorias” en un 59,6 por ciento, en el caso de los varones, y en el 35,7 por ciento en el de las mujeres.
El estudio también señala que la mayoría de las persona mayores, el 87,6 por ciento, nunca ha preguntado a su médico sobre aspectos relacionados con su sexualidad y el médico sólo ha preguntado al 8,8 por ciento por este motivo.

Vejez y Vida. (2013). Mayores de 65 años dicen tener una actividad sexual plena. Recuperado el 19 de Setiembre de 2013, de http://www.vejezyvida.com/el-60-de-las-personas-mayores-de-65-anos-afirma-tener-una-vida-sexual-placentera/

miércoles, 18 de septiembre de 2013

PARA VIVIR UNA VEJEZ PLENA

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En gran medida, la calidad de vida de cada ser humano depende de los cuidados y medidas de salud que aplica desde su niñez; la tercera edad no es la excepción, y para lograr que esta etapa sea tan memorable como las demás es conveniente cultivar y desarrollar buenos hábitos.

Dado que todos nacemos envejeciendo, deberíamos tomar en cuenta que vejez feliz dependerá de qué tan bien cuidemos de nosotros mismos a lo largo de la vida y de las medidas que diariamente procuremos para mantener saludable nuestro organismo, contar con adecuada autoestima y cultivar mente y espíritu.

Cierto es que con el proceso del envejecimiento se experimentan cambios físicos tales como aparición de arrugas y canas o falta de vigor, además de que se sufre sentimiento de pesar y duelo debido a las pérdidas afectivas y de seres queridos.

Empero, también es verdad que si una persona sobrevive más tiempo es porque su organismo es más resistente y su estilo de vida ha sido más benéfico que el de otros individuos, por lo que en vez de maldecir a la vejez hay que asimilarla como un logro más en el que cambia la percepción de uno mismo y la forma de relacionarse con el entorno.
No es imposible, pues se trata de algo que ha ocurrido con anterioridad al pasar d
e la niñez a la adolescencia y de ésta a la edad adulta; así, para afrontar este reto, proporcionamos a continuación una serie de sencillos consejos.

Adiós a tabaco y alcohol
Fumar y consumir alcohol incrementan el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como trastornos en el aparato circulatorio, mayor probabilidad de sufrir infartos, alteración del sistema nervioso y, en casos graves, enfisema pulmonar (obstrucción de los bronquios), cirrosis (alteración en donde los tejidos del hígado se endurecen y limitan su funcionamiento) y hasta cáncer.

Además de esto, el consumo de tales estimulantes favorece otros males como acidez estomacal, agruras, fatiga, mala memoria, confusión mental, tartamudez, trastornos de sueño, estado de ánimo cambiante, desinterés en las actividades diarias y baja del sistema inmunológico (que nos defiende de infecciones) y de la capacidad de reacción frente a situaciones de estrés. Por todas estas razones el consejo médico es claro: nunca es tarde para abandonar el tabaco o decidirse a beber con moderación.

Visitar al médico
Asistir al geriatra (especialista encargado de los problemas médicos de los individuos de la tercera edad) de manera periódica es una decisión acertada, pues tal como ocurre en otras etapas de la vida, la asesoría de un especialista en salud no es un síntoma de debilidad, sino una actitud prudente, madura y de autoestima muy positiva que hace frente al posible desarrollo de enfermedades.

En una revisión médica de una persona mayor de 65 años se tienen que evaluar presión sanguínea, pérdida de masa muscular, auditiva y visual, deterioro de las funciones mentales o problemas de tiroides. La salud bucal también debe revisarse con frecuencia, y en el caso de las mujeres, tienen que realizarse periódicamente una mamografía para detectar a tiempo cáncer en esa zona.

Además de los trastornos anteriores, debe vigilarse el posible desarrollo de enfermedades como diabetes tipo 2 (en la que no se depende de la insulina), cáncer y trastornos relacionados con la circulación sanguínea. De manera particular, cada tres años las mujeres tienen que realizarse un examen de cuello de útero y los hombres de próstata y colon, con la finalidad de prevenir la aparición de cáncer; asimismo, las féminas deben realizarse estudios minuciosos para evitar el desarrollo de osteoporosis.

Cuidar la alimentación
Tener hábitos nutritivos saludables es clave para prevenir enfermedades, por lo que las personas de la tercera edad deben seguir pautas esenciales:
* Dieta rica en frutas, verduras, cereales y fibra.
* Disminución en el consumo de grasa y colesterol.
* Ingerir sal y azúcar en cantidades moderadas.
* Beber entre 6 y 8 vasos con agua diariamente.
En principio, con costumbres alimenticias de este tipo no se requerirán suplementos vitamínicos, pero si lo juzga necesario consulte a un especialista para asesorarse sobre el consumo de algún complemento alimenticio o para asegurarse que a través de sus alimentos toma diariamente las calorías necesarias.

Entrar en acción
Realizar actividad física con regularidad es una de las mejores maneras de protegerse contra muchas enfermedades, dado que el ejercicio se asocia con menor riesgo de padecer problemas cardiacos, diabetes, osteoporosis, hipertensión y algunos tipos de cáncer. Al mismo tiempo, aporta mayor resistencia física y flexibilidad, y mejora el funcionamiento de pulmones y corazón.
Así, la práctica de actividad deportiva constante y moderada (caminar, nadar o andar en bicicleta) durante 30 minutos al día es excelente manera de consentir al organismo. Además, las caminatas o la incorporación a grupos ya formados que desempeñen actividades como Tai-Chi proporciona la oportunidad de conocer nuevas personas y hacer amigos con quienes intercambiar experiencias e ideas.

¿Sexualidad?
Por supuesto. La actividad sexual no es exclusiva de personas jóvenes, pues aunque la respuesta erótica pudiera ser diferente, la mayoría de la gente mayor quiere y puede disfrutar de relaciones activas y satisfactorias, siempre que haga de lado las ideas de terceros que califican a la ancianidad o a los “abuelitos” como personas asexuadas o “niños grandes”.
Es común que las mujeres noten cambios en la forma y flexibilidad de la vagina y disminución en la lubricación, así como que los hombres noten que pueden demorar en lograr la erección, misma que no será tan prolongada y firme como en años anteriores; empero, estos cambios en el organismo son superables en la mayoría de los casos con ayuda de la pareja y, de ser necesario, de un especialista (geriatra o sexólogo).

De esta manera, las personas de la tercera edad cuentan con la posibilidad de gozar una vida sexual activa y sus beneficios, como satisfacción personal, autoestima o facilidad para manifestar amor hacia la pareja; además, la actividad erótica desencadena la generación de endorfinas u hormonas de la felicidad, sustancias que estimulan los centros de placer en el cerebro a la vez que eliminan dolor, insomnio, estrés y depresión.

Hogar seguro
Las cifras no mienten: 30% de las personas mayores de 75 años tienen dificultades para subir escaleras, y un porcentaje similar en idéntico lapso de tiempo sufre una caída; en la mayoría de los casos, si los afectados hubieran sabido cómo prevenir estos accidentes, se habrían evitado muchas lesiones, fracturas o decesos.

Por ello debe ponerse atención especial a la seguridad en el hogar, a sabiendas de que las medidas esenciales de protección consisten en evitar las superficies demasiado lisas o escaleras y terrenos con continuos desniveles. Además, debe tenerse especial cuidado cuando se utilice cualquier objeto casero que pueda provocar quemaduras.

Mente sana
Muchos especialistas coinciden en señalar que si la capacidad de las neuronas disminuye es porque no se recurre a ellas, y agregan que la mejor manera de mantener mente y memoria lúcidas es ejercitando al cerebro mediante trabajo intelectual, actividades culturales, creativas, deportivas o sociales.

De ahí que se recomienda a los adultos mayores que realicen actividades provechosas que ayuden a fortalecer las cualidades de lógica y pensamiento con las que todo individuo cuenta, tales como aprender nuevas actividades como canto o fotografía, practicar lectura y juegos (ajedrez o dominó) que además les ayudarán a mejorar sus relaciones sociales.
Ante todo, es muy importante que la persona de la tercera edad se considere a sí misma con capacidades y destrezas que pueden cultivar como cualquier otro individuo. Si juventud o niñez tuvieron su encanto, no hay razones para pensar que la vejez está exenta de satisfacciones y oportunidades para vivir dignamente y ser cada día mejor ser humano.

Rivas, M. (2012). PARA VIVIR UNA VEJEZ PLENA. Recuperado el 18 de Setiembre de 2013, de http://www.vejezyvida.com/para-vivir-una-vejez-plena/