Ina Wallace quedó gratamente sorprendida de, a
su edad, haber tenido una calificación más alta que a los 11 años.
Hace 66 años, más de 70.000 niños de 10 y 11
años hicieron una prueba de inteligencia en Escocia, Reino Unido.
Los resultados fueron cuidadosamente
registrados y almacenados en un sótano.
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durante las siguientes cinco décadas.
Hasta hoy, que son la base de una
investigación que ofrece información valiosa sobre lo que hay detrás del
deterioro cognitivo, o dicho en otras palabras, el envejecimiento del cerebro.
Cada tres años, Ina Wallace tiene que
someterse a una serie de controles cognitivos por investigadores de la
Universidad de Edimburgo.
La prueba incluye memoria, rapidez mental,
vocabulario y habilidades verbales, así como planificación y organización.
También tiene que volver a hacer el examen de
inteligencia que hizo cuando era una niña.
"Era en la escuela Musselburgh y fuimos a
la sala principal donde había largas filas de escritorios", recuerda.
"Era muy preocupante porque tenías que escribir tu nombre. A mí me
preocupaba que la línea no fuera lo suficientemente larga, así que lo recuerdo
vívidamente".
Registro único
Para el profesor Ian Deary, el descubrimiento
de estos exámenes años más tarde, apilados en estanterías en un sótano de
Edimburgo, significó una gran oportunidad.
"...podemos estudiar a personas de la
misma edad cronológica, que tienen una edad biológica distinta, debido a que
algunos han envejecido mejor que otros"
Ian Deary, jefe del proyecto. Ellos ofrecían un registro único que ahora
sirven de respaldo para su equipo de investigación sobre el envejecimiento del
cerebro, conocido como el proyecto de la Mente Desconectada.
Los especialistas lograron contactar con más
de 1.000 personas que hicieron aquella prueba hace más de 60 años, y acordaron
someterse a una nueva ronda de preguntas, escáneres de cerebro, análisis de
sangre y revisiones físicas y mentales.
"Tenemos como base la función cognitiva
de cuando estas personas eran sanas y jóvenes", explica el experto.
"Esto significa que podemos estimar los
cambios de la función cognitiva de cada individuo desde la niñez hasta una edad
avanzada y estudiarlos en la vejez".
Deary agrega que otra gran fortaleza de estos
datos es que los participantes en el estudio tiene la misma edad.
"Esto significa que podemos estudiar a
personas de la misma edad cronológica, que tienen una edad biológica distinta,
debido a que algunos han envejecido mejor que otros".
Los expertos están haciendo un seguimiento a
estos cambios y examinando en detalle qué hay detrás, incluyendo el origen
social, la educación, estilo de vida, salud y genes.
"Lanza los dados"
Prueba
de inteligencia
De los 70.000 niños que hicieron la prueba,
unos 1.000 regresaron 50 años más tarde para continuarla.
Ya han tenido importantes descubrimientos que
indican que, a un nivel de población, los factores ambientales pesan más que el
impacto de la genética en el envejecimiento del cerebro.
"No sólo se trata de hacer una cosa o
tomar algo para que todo esté bien", aclara Deary.
"Se trata de la selección de diferentes
cosas y jugar con los números. Si sabes que una cosa es mejor que hacer otra,
probablemente estarás mejor lanzando los dados en dirección a lo que parece más
razonable".
En este sentido, con el tabaco los expertos
descubrieron que aquellos con una menor puntuación de la prueba cuando la
tomaron a los 11 años eran más propensos a fumar, lo que más tarde tuvo efecto
en la evaluación cognitiva.
Lo que sí pareció mejorar la habilidad mental
más tarde en la vida fue más educación, por lo menos para competencias de alto
nivel, como el razonamiento. Pero no ayudó en tareas mentales simples como la
rapidez en reaccionar.
Hubo poca evidencia de que actividades
intelectuales como mirar una obra de Shakespeare o jugar Sudoku hiciera algo
para mejorar el cerebro.
Escáner cerebral
No obstante, la actividad física fue
beneficiosa para la memoria y habilidades de razonamiento, y se vio en los
escáneres de cerebros más sanos.
"La mayoría no recuerda haber hecho esa
prueba, pero hay un buen grupo pequeño que si. Pocas personas que incluso
recuerdan preguntas específicas. Es bastante sorprendente, debo decir"
Alison Pattie, una de las investigadoras.
La cohorte del estudio ha casi completado su
tercera serie de revisiones desde que se pusieron en contacto con los
investigadores. Ina Wallace dice que ella "rozando" 70, todavía puede
mejorar su puntuación de 1947.
"Definitivamente siento que soy un poco
más lenta. Quedé agradablemente sorprendida de los resultados de la última
(prueba). Estoy más alta de cuando la hice cuando tenía 11 años. Un poquito
mejor sin duda. ¡No mucho, pero un poco!".
A Alison Pattie, que forma parte del equipo de
investigadores, le ha sorprendido la habilidad de algunos de recordar ese día
en 1947.
"La mayoría no recuerda haber hecho esa
prueba, pero hay un buen grupo pequeño que sí. Pocas personas que incluso
recuerdan preguntas específicas. Es bastante sorprendente, debo decir".
Brimelow, A. (2013). Una prueba de inteligencia que dura 66 años. Recuperado el 09 de Setiembre de 2013, de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/06/130606_salud_cerebro_inteligencia_envejecimiento_gtg.shtml
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