VIDA EN PAREJA DESPUÉS DE LOS 60
El amor en la tercera edad pareciera ser una
expresión extraña, llena de mitos y prejuicios, pero más común de lo que
podemos imaginarnos.
No debería importar si se tiene 20 ó 70 años
para enamorarse, sólo es necesario aquello que comúnmente se denomina “la
química del amor”. Es decir, el proceso químico en que tiene lugar la
liberación de dopamina - que es un neurotransmisor- en algunas áreas
específicas del cerebro, lo que genera placer y la sensación de amor.
“Para los adultos mayores volver a enamorarse,
es un redescubrimiento, una etapa en la que los lazos afectivos se convierten
en un importante estímulo para mantenerse activos, aunque también es la
búsqueda de compañía para mitigar la soledad, que se canaliza a través de este
bastón espiritual, físico y emocional”, afirma el Dr. Juan Carlos Molina,
Geriatra del Hospital Clínico Universidad de Chile.
Sin embargo, al hablar de amor en la tercera
edad surgen una serie de mitos y prejuicios que sólo revelan el desconocimiento
del tema a nivel social, ya que por lo general se asocia el amor con la
juventud, y se castiga cuando se da en etapas más avanzadas.
“Son los elementos sociales, conductuales,
espirituales, roles mal tipificados, mitos, cargas, y culpas las que al final
de cuentas pueden modificar la expresión del amor en etapas tardías de la vida,
pero no la sensación”, dice el Dr. Molina.
La gran diferencia que se presenta con los
amores más jóvenes es que la unión en esta etapa de la adultez no tiene su
centro en la genitalidad, sino que las relaciones se establecen en un sentido
práctico de emociones, sentimientos y de compenetración que permite caminar
juntos por la vida. Entonces en ese contexto pueden haber puntos de encuentro
del tipo cultural, de nivel socioeconómico, idiomático y puntos de encuentros
de intereses, sin que eso signifique omitir el aspecto sexual.
Superar las barreras
El “viejo verde” o la “vieja fresca” son
expresiones comunes que escuchamos pero en forma despectiva, que por lo general
distan de la realidad de un adulto mayor que ha encontrado pareja. Deberíamos
interpretar esas relaciones como signos de bienestar físico y emocional.
Además de las críticas y discriminación
sociales, también existen problemas desde el punto de vista familiar. “Vemos
que muchas veces los hijos tienden a discriminar negativamente la expresión de
la búsqueda o el encuentro de esta nueva sensación de amor, por intereses
económicos, diferencias de edad, o miedo”, afirma el Dr. Molina.
Otro de los problemas que deben enfrentar los
adultos mayores es la falta del techo erótico, es decir, la carencia de un
espacio físico en donde puedan expresarse sentimientos y también la sexualidad.
Intimar con protección
Si bien el amor en la etapa de adulto mayor
podría responder en mayor grado a necesidades de compañía, comprensión y
cuidados mutuos, no se debe descartar que la relación en su grado máximo
contemple la ligazón sexual.
Para el Dr. Molina, “la sexualidad no debiera
ser eliminada en la etapa de adulto mayor, sino más bien adecuarse al grado de
sanidad que está presente, por ejemplo, será más complicado si existen
trastornos como la disfunción eréctil o la artritis”.
Sin embargo, además de preocuparse por las
limitantes físicas a la hora de mantener relaciones, es importante que los
adultos mayores expresen una sexualidad protegida por el riesgo que representan
ciertas enfermedades como el Sida u otras de transmisión sexual.
Molina, J. (2013). Vida en pareja después de los 60. Recuperado el 02 de Setiembre de 2013, de http://www.envejecimientoactivo.cl/noticias/vida_pareja.htm
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