Algunos aspectos de nuestra salud se escapan de nuestras
manos, pues están en nuestros genes o en cómo nuestras madres se comportaron
durante el embarazo.
Pero esto no puede ser una excusa para quedarnos de brazos
cruzados. Existen muchos factores en nuestro estilo de vida –sí, entre ellos el
ejercicio y la dieta- que pueden tener un impacto en nuestra capacidad para
vivir una vida larga y sana.
Empieza cuanto antes
Incluso antes de nacer, nuestra salud puede estar afectada por
las decisiones de estilo de vida que toman nuestras madres. Varios estudios
indican que si una mujer embarazada está muy estresada puede tener un impacto
en el bebé, dejándolo con menos capacidad de manejar más tarde en su vida la
presión.
El abuso de alcohol puede ocasionar síndrome de alcohol
fetal en bebés, el cual puede causar de por vida dificultades para el
aprendizaje, así como problemas físicos. El cigarrillo también afecta el
desarrollo.
Una investigación incluso sugiere que la dieta durante el embarazo
puede aumentar el riesgo de obesidad en el niño, porque cambia el ADN del bebé
por nacer.
Tener una infancia feliz puede estimular la longevidad, tal
y como se sugiere en otro estudio que indica que aquellos que fueron infelices
en su juventud tienen mayor riesgo de tener enfermedades cardíacas como
adultos.
Salir y disfrutar del aire libre también es clave. Los rayos
del sol son una fuente importante de vitamina D, siempre y cuando se use
protector solar para evitar cáncer de piel.
Esta vitamina es clave para tener unos huesos fuertes y
sanos, pues ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio y el fósforo de las
comidas.
Benefíciate del
ejercicio
La presión del día a día te puede dejar con la sensación de
que no hay mucho tiempo para el ejercicio. Pero vale la pena tomar en
consideración que, dejando de lado la pérdida de peso, es mucho lo que se puede
ganar con el ejercicio, y puede significar una gran diferencia entre estar sano
y no:
El ejercicio ayuda a tener un corazón más saludable porque
reduce varios peligros cardiovasculares, incluyendo presión arterial y
enfermedades cardíacas.
Mantenerse activo físicamente puede reforzar la salud mental
y ayudar a manejar el estrés, la ansiedad e incluso la depresión.
El ejercicio frecuente puede ayudar a alcanzar y mantener el
peso ideal que reduce los riesgos de diabetes.
El ejercicio pesado, como correr, es especialmente bueno
para mejorar la densidad ósea y proteger contra la osteoporosis, que es cuando
los huesos se debilitan y rompen con facilidad.
Salud ósea
Durante la infancia nuestros huesos son fuertes y, si se
rompen, normalmente se recuperan con facilidad. Pero en la medida que vamos
acumulando años, este proceso se hace más lento y nuestras articulaciones se
pueden hacer débiles y frágiles.
Empezamos a perder densidad ósea a partir de los 35 años, lo
cual es un proceso normal del envejecimiento.
Factores del estilo de vida, como tener una dieta rica en
calcio y ejercitar con frecuencia puede mantener los huesos sanos y minimizar
el riesgo de fracturas.
Mantente socialmente
activo
Todos sabemos que la amistad es importante para la
felicidad, pero recientemente se descubrió que los amigos también nos pueden
ayudar a vivir más.
Estudios sobre la soledad indican que el aislamiento social
está asociado a una tasa alta de mortalidad en gente mayor y que la soledad es
un "asesino oculto" para los ancianos.
En la misma línea, investigaciones han demostrado que la
gente casada vive más que los solteros. Los especialistas creen que esto se
debe a que los casados -o en pareja- tienen una mejor red de apoyo social, lo
que minimiza el riesgo al aislamiento.
Evita comida basura
Una buena dieta es básica para la buena salud, por lo que
evitar ciertas comidas y bebidas puede ayudar a prolongar la vida. Ingerir demasiados
alimentos de alto contenido calórico como los dulces o la grasa puede llevar a
aumentar de peso y la obesidad.
Algunas grasas son conocidas por ser particularmente malas
para la salud. Los ácidos grasos trans, hecho de aceite vegetal de hidrogenación,
pueden estar presentes en algunas margarinas, galletas, tortas y comida rápida.
Este ingrediente puede aumentar el nivel de nuestro
colesterol "malo", lo que incrementa significativamente el riesgo de
tener arterioesclerosis, que bloquea las arterias y causa otras complicaciones.
Reducir la ingesta de sal también es importante para
mantener el corazón sano, pues comer mucha sal puede llevar a la hipertensión,
lo que a su vez podría ocasionar fallas cardíacas, accidente cerebrovascular y
otras complicaciones.
Ingerir mucho alcohol también puede tener efectos
devastadores en nuestra salud. No sólo puede dejarnos con una resaca el día
siguiente, sino que también a largo plazo puede causar daños en los órganos del
cuerpo. El abuso crónico es una de las principales causas de enfermedades del
hígado.
Y no podemos olvidarnos del tabaco. Son muchos los estudios
que advierten de lo perjudicial para la salud, pues fumar aumenta el riesgo a
desarrollar unas 50 enfermedades serias.
Es la causa del 90% de los cáncer de pulmón, daña el corazón
y la circulación arterial, empeora las enfermedades respiratorias y afecta la
fertilidad.
BBC. (2013). Cinco consejos para vivir más. Recuperado el 26 de Setiembre de 2013, de http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130709_salud_consejos_vivir_mas_gtg.shtml
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