ANTECEDENTES:
Aunque no hay una definición ampliamente aceptada sobre el abuso en el adulto mayor, o también llamado maltrato puede ser definido como una “situación no accidental, en la cual una persona sufre un trauma físico, deprivación de necesidades físicas básicas o injuria mental, como resultado de acto u omisión por un cuidador”.
Su exacta frecuencia es desconocida, en parte porque no hay una definición del término común para todos, estimándose que es un 2 a un 5%, pero probablemente esta cifra esté subestimada y en la medida que aumentan los estudios y registros al respecto éste cifra sea por lo menos doblada en su frecuencia.
El abuso para con los ancianos ocurre probablemente desde hace siglos, recién en los últimos veinte años han aparecido publicaciones al respecto. Por lo mismo ya no se puede aceptar que este es un tema sea aún desconocido por los miembros del equipo de salud y público en general. Adquiere, además, cada día mayor relevancia por el número creciente de personas afectadas y por las consecuencias inherentes que estos malos tratos conllevan. Las primeras publicaciones al respecto en el ámbito médico aparecieron en el año 1975 cuando se describió en UK el síndrome del “samarreo del anciano” o “Granny Battering”, demostrándose además que era un problema substancial. La inicial incredulidad respecto a los reportes sobre abuso en el adulto mayor fueron posteriormente reemplazados por un creciente interés sobre el tema. Es así como en USA se ha legislado al respecto y la comunicación de los casos es obligatoria en casi todos los estados cuando el abuso ocurre dentro del hogar y en todos los estados cuando tiene lugar dentro de instituciones.
CARACTERISTICAS GENERALES:
Actualmente sabemos que este síndrome se caracteriza por:
daño físico, emocional o psicológico causado a un adulto mayor en general se produce por acciones deliberadas, pero también por no deseadas la mayoría de los casos se producen en el domicilio y no dentro de las instituciones el anciano que no puede vivir por sí solo, es más vulnerable al maltrato hay descritas varias formas: agresiones físicas, abuso emocional o psicológico, abuso sexual, manipulación económica o negligencia en la mayoría de los casos, los perpetradores de los abusos suelen ser personas conocidas o personas que están en contacto continuo con el individuo dependiente también pueden ser no miembros de la familia que se han convertidos en cuidadores o los llamados cuidadores profesionales el abuso por parte de un cuidador puede estar alimentado por una psicopatología previa (una necesidad patológica del perpetrador de controlar a otro ser humano), una violencia transgeneracional, una dependencia también participan otros factores como el estrés, la ignorancia del buen cuidado, la frustración, la desesperación o la incapacidad de proporcionar cuidados apropiados afecta a personas de todos los grupos socioeconómicos
las personas afectadas desarrollan con frecuencia sentimientos insuperables de miedo, aislamiento e ira entre otros el estrés de cuidar a una persona se considera el gatillo y no la causa del abuso en general no hay una causa única sino que son numerosas, complejas e interactúan entre ellas muchas veces existe una situación mutuamente abusiva previamente y por largo tiempo son escasos los reportes espontáneos al equipo de salud, servicios policiales u otros, lo que dificulta aún más su pesquisa y posibles soluciones En Chile no existe una legislación específica sobre abuso o maltrato en el adulto mayor y prácticamente no se conocen registros, ni estimaciones de la dimensión de este problema. Este tema ha ido tomando importancia en distintos países del mundo, ya en 1986 se realizaron las primeras reuniones multidisciplinarias en Israel donde se trabajó en torno al estrés, conflictos y abusos en el adulto mayor. En USA según estudios realizados en la Universidad de Hampshire, cada año, alrededor de 1.000.000 de americanos de edad
avanzada son lesionados físicamente o que sufre apremio psicológico o abandono por algún miembro de la familia.
En Chile, como se mencionó anteriormente, esta información no llega al Servicio Médico Legal, ya que para ello debe existir de por medio una denuncia, pero sí deben conocer casos de maltrato, abuso o negligencia que muchas veces llegan a los servicios de urgencia de los hospitales, y es ahí donde los clínicos deben sospechar este tipo de acciones a través de los diagnósticos de presentación más comunes que ocurren en los pacientes geriátricos.
El abuso, produce una variedad de patologías no evidenciables a primera vista. También se puede asociar a varias condiciones muy comunes en los pacientes geriátricos (P. Ej. : inanición, problemas de dinero, lesiones, aislamiento, deshidratación, insomnio), o con la depresión y otros tipos de manifestaciones psiquiátricas. Además hay enfermedades que se ven frecuentemente en los niños, también puede presentarse en la población geriátrica como las quemaduras, fracturas, equimosis, fobias, negligencia higiénica, polifarmacia, incumplimiento de los tratamientos en un paciente dependiente y por el aislamiento social.
Lamentablemente, no siempre es el médico la persona del equipo de salud que está con mayor frecuencia en contacto con este tipo de situaciones, restándole fuerza a una mejor evaluación o control.
Abuso o maltrato en el adulto mayor. Recuperado el 06 de Noviembre de 2013 de, http://escuela.med.puc.cl/publ/manualgeriatria/PDF/AbusoMaltrato.pdf
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